EL LIBRO DE JOSUÉ
La mayoría de las personas están familiarizadas con la historia de Josué conquistando la ciudad de Jericó. Lo que ellos no saben es que esta historia es la fórmula perfecta para la Victoria, bajo cualquier circunstancia y contra todo pronóstico.
Está recogido que Josué estaba armado sólo con el conocimiento de que cada lugar sobre el que la planta de su pie pisara le sería dado; que él deseaba conquistar o pisar sobre la ciudad de Jericó, pero se encontró con los muros que lo separaban de la ciudad infranqueable. Parecía físicamente imposible para Josué ir más allá de estos enormes muros y plantarse en la ciudad de Jericó. Sin embargo, fue dirigido por el conocimiento de la promesa de que, a pesar de todas las barreras y obstáculos que le separaran de sus deseos, si podía tan sólo plantarse en la ciudad, le sería dada. (Para el no iniciado, esta historia no tiene sentido. Para el que la ve como un drama psicológico, en vez de como un registro histórico, es de lo más reveladora. Josué tenía la total creencia de que, si él pisaba una ciudad, esta le sería dado, esto puede ser tomado de diferentes maneras dependiendo el lector, tiene muchas variadas interpretaciones, desde mi percepción si siguiéramos el ejemplo de Josué, nuestra victoria sería igual de simple. Josué simboliza para ti, lector, tu estado presente; la ciudad de Jericó simboliza tu deseo u objetivo definido. Los muros de Jericó simbolizan los obstáculos entre ti y la realización de tus objetivos. El pie simboliza el entendimiento; colocar la planta del pie sobre un lugar determinado indica fijar un estado psicológico determinado. Rahab, la espía, es tu capacidad para viajar secretamente o psicológicamente a cualquier lugar en el espacio. La conciencia no conoce fronteras. Nadie puede detenerte de morar psicológicamente en cualquier punto, o en cualquier estado en el tiempo o el espacio.)
El Libro de Josué además recoge que, en lugar de luchar con este problema gigante del muro, Josué contrató los servicios de la prostituta Rahab, y la envió como espía a la ciudad. Cuando Rahab entró en su casa, que estaba situada en medio de la ciudad, Josué – que tenía el paso firmemente impedido por los infranqueables muros de Jericó – hizo sonar su trompeta siete veces. Al séptimo toque, los muros se derrumbaron y Josué entró en la ciudad victoriosamente. (A pesar de las barreras físicas que te separen de tu objetivo, puedes, sin esfuerzo o ayuda de nadie, aniquilar el tiempo, el espacio y las barreras. En consecuencia, puedes morar, psicológicamente, en el estado deseado. Así que, aunque no seas capaz de pisar físicamente sobre un estado o ciudad, siempre puedes pisar psicológicamente sobre cualquier estado deseado. Por pisar psicológicamente, quiero decir que tú puedes ahora, en este momento, cerrar tus ojos y después visualizar o imaginar un lugar o estado que no sea el actual, SIENTE realmente que estás ahora en tal lugar o estado. Puedes sentir que esta condición es tan real que al abrir los ojos estarás sorprendido de descubrir que tú no estás físicamente allí. Una prostituta, como sabes, les da a todos los hombres lo que ellos le piden. Rahab, la prostituta, simboliza tu capacidad infinita de asumir psicológicamente cualquier estado deseable sin cuestionar si estás o no física o moralmente en condiciones de hacerlo. Tú puedes hoy conquistar la moderna ciudad de Jericó o tu objetivo definido si psicológicamente recreas esta historia de Josué; pero para conquistar la ciudad y realizar
tus deseos, debes seguir cuidadosamente la fórmula de la victoria como se establece en este
libro de Josué.)
Esta es la aplicación de esta fórmula victoriosa como un místico moderno la revela hoy en
día:
Primero: define tu objetivo (no la manera de obtenerlo) – sino tu objetivo, puro y simple;
sabe exactamente qué es lo que deseas de modo que tengas una clara imagen mental de
ello.
Segundo: aleja tu atención de los obstáculos que te separan de tu objetivo y coloca tu
pensamiento en el objetivo mismo.
Tercero: cierra tus ojos y SIENTE que tú estás ya en la ciudad o estado que querías
conquistar. Permanece dentro de este estado psicológico hasta que obtengas una reacción
consciente de completa satisfacción en esta victoria.