Siempre intento “deshuesar” todos los conceptos lo máximo posible para que puedan estar al alcance de todos.
Muchas veces me preguntan (aunque más que una pregunta, lo suelen afirmar…) que qué pueden hacer cuando han asumido el estado deseado y la “realidad” física les está mostrando una cosa contraria al estado deseado; también muchos me dicen (sobre todo cuando están tratando de asumir a una persona específica) que esa persona aparece pero se aleja y que parece que muestra una actitud finalmente contraria a lo que han asumido…
Te compartiré una serie de explicaciones y ejemplos muy básicos y sencillos, con los que espero poder aclararte mejor lo que está sucediendo y conseguir impresionar así el subconsciente para que la verdad te haga libre.
Para empezar, debes comprender que una apariencia es una cosa que parece ser, pero que no es. Puede haber personas parecidas pero que una persona se parezca a otra no significa que sea la otra, sólo se parece, pero no es. Una apariencia sólo es algo que se asemeja, pero hasta lo que se asemeja a algo no es ese algo.
Por eso es muy importante para ti que comprendas que cualquier cosa que parezca ser, no es, sólo lo parece; por lo tanto, si una cosa se parece pero no es, entonces no es una verdad, es una mentira. Es una mentira porque se parece pero no ES. Las cosas son o no son. Las cosas que se parecen no son. Sólo hay una verdad: lo que ES. Yo Soy.
Yo Soy es una verdad, porque tú eres tu Yo Soy, y tú eres consciente de ser, y si alguien te dice que te pareces a Fulanito/a, tú no dudas ni un segundo de si tú eres esa persona o no, pues tú eres consciente de ser en cada instante de tu Yo Soy.
Tú sabes quien eres y donde estás, porque eres consciente de ser, y cualquier cosa que no sea tu consciencia de ser, no es la verdad.
Un ejemplo que les pongo mucho, sobre todo en las consultas privadas, es el de las naranjas, pues es una forma fácil y sencilla de entender qué es lo que está sucediendo cuando la vida nos muestra una APARIENCIA contraria a nuestro estado deseado y te ayudará a saber cómo proceder si esto se produce:
Las semillas tienen una información genética en su interior que hace que una vez que se plante en terreno fértil y con las condiciones adecuadas, ésta se desarrolla transformándose en el árbol y el posterior fruto correspondiente a esa información recogida en su interior. Y esa información es inmutable, esa es la verdad.
Por lo tanto, si yo decido cosechar naranjas para venderlas o disfrutarlas y tengo en mi poder las semillas de naranjas, y yo elijo y decido plantar naranjas, yo recogeré naranjas. Si planto naranjas, recojo naranjas. Esa es la verdad.
Por tanto, si yo he plantado naranjas y estoy recogiendo peras, esas peras no corresponden a mi cosecha de semillas de naranjas, pues de una semilla de naranjas no pueden salir peras. Salen naranjas.
Entonces, si yo estoy cosechando peras habiendo plantado naranjas, es una mentira, porque la información de la semilla de naranjas es inmutable. Si es una mentira que yo esté cosechando peras habiendo sembrado naranjas, entonces esas peras pertenecen a una siembra anterior. Si yo lo siembro, yo lo cosecho, por lo tanto, si estoy cosechando peras, la única verdad respecto a eso es que yo tuve que plantar peras en una siembra anterior.
Si a mí no me interesan las peras porque yo decidí cosechar naranjas, yo ignoro y dejo que se pudran las peras de manera natural al yo no atenderlas.
Quito la atención de las peras y se pierden las peras.
Si están saliendo peras, entonces no pertenecen a las semillas de naranjas.
Si yo planté naranjas, ¡¡¡yo recojo naranjas!!!
Esa es la verdad.
Así que si plantaste naranjas y estás recogiendo peras, espera 🙂