ELIMINAOS A VOSOTROS MISMOS

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En el capítulo 13 de 2da. de Corintios, Pablo exhortó a su pueblo así: “Examinaos a vosotros mismos para ver si os estáis manteniendo firmes en vuestra fe. ¡Poneos a prueba! ¿No os dais cuenta de que Jesucristo está en vosotros? ¡a menos que ciertamente no paséis la prueba!” Esta noche hablaremos de esta prueba. (En este párrafo Pablo habla del momento al que Neville le llama el “Persistir”, en el pasamos nuestro día a día en convicción plena de que eso ya es, eso ya está creado, cumplido y se va a manifestar, eso viene porque viene, si no pasan esa prueba, si siguen en la duda, si no confían, esa “Noche” (Se refiere a los días de ahí en adelante) tendrás una conversación contigo mismo trabajando en esa confianza, educándote pues la verdad te hará libre y la verdad es la Ley y conocerla de manera correcta para que tengas fe total y tu confianza no pueda ser quebrantada o fastidian a por ver lo contrario en un mundo físico).

Comenzaré con una historia real. Un día una niñera y el pequeño niño de ocho años que tenía a su cuidado estaban en la playa observando las olas los rompeolas y las hermosas gaviotas cuando ella dijo: “Ya es hora de irnos”. El niño, mirando por encima del agua, respondió: “Tú miras lo que yo miro, pero no ves lo que yo veo”. Juntos miraban el océano y las olas, ¡pero cada uno los veía a través de sus propios ojos! (En este párrafo se refiere a la diferencia que hay entre mirar las cosas desde los ojos del creador y mirar las cosas desde los ojos del ego, ese personaje que hemos creado en base las experiencias de vida que nos han llevado hasta situaciones llenas de dolor que hacen nuestro camino poco agradable. Cuando logras darte cuenta de que ese no eres tú, no es tu verdadero tú pues tú eres el creador, logras ver el mundo con otros ojos, a pesar de que estén mirando el mismo paisaje, cada uno lo verá de manera diferente, cada uno apreciará una vista diferente llena de matices diferentes).

En el primer acto de Dios se nos dice: “El Espíritu de Dios se movió y todas las cosas comenzaron” (Aquí claramente se refiere a moverte de estado, pero no sólo hacerlo de manera mental, también se refiere al moverse de estado en el mundo físico, comenzar a mirar el mundo de otra actuar como si, vivir en el estado de ánimos como si ya tuvieses eso pues ya es tuyo). Esta noche trataré de mostrarte cómo se mueve el Espíritu de Dios. El nombre de Dios por siempre y para siempre es «YO SOY», y Él está enterrado en ti como tu propia maravillosa YOSOYdad. ¡Esa YOSOYdad debe moverse para producir cualquier cambio en tu mundo! Si en el transcurso de un día continúas viendo lo que viste ayer, el día anterior, y el día anterior a ése, no te has movido y tu mundo no ha cambiado. Pero si en el transcurso de un día te mueves psicológicamente como el niño en la playa y ves lo que quieres ver en lugar de lo que aparece como los hechos de la vida, tu mundo cambiará, pues te habrás movido psicológicamente. Estoy seguro de que el niño tenía un sueño que estaba más allá de la comprensión de la niñera. (Esta parte del párrafo aclara lo que explica arriba, en el momento en el que dejes de lamentarte y sigas en ese duelo mental, en ese momento en el que te permitas ser el creador y mirar más allá de lo que aparentemente es, en ese momento lograrás ver nuevos aspectos donde antes no veías nada o veías todo nublado, en ese momento dejarás de ser esa persona que habita en un estado que no te permite experimentar lo que quieres. Recuerda que tu manifestación te está buscando, permítele

encontrarte, pero para eso debes salir de ese estado y poner acción, cambiar de morada y habitar en una nueva).

¿Podrías esta noche soñar con el hombre (o la mujer) que te gustaría ser? Si puedes, debes entrar en ese estado moviéndote, expresando el acto creativo psicológicamente. Como dijo Blake: “Si el espectador entrara en estas imágenes en su Imaginación, abordándolas con el carro de fuego de su pensamiento contemplativo, se levantaría de la tumba y se reuniría con el Señor en el aire y sería feliz”. Día tras día, viviendo en el mismo estado, estás en tu tumba. Si entraras en las imágenes de tu imaginación abordándolas con el carro de fuego de tu pensamiento contemplativo te levantarías de tu estado actual para reunirte con el Señor del nuevo estado deseado en el aire y serías feliz, porque cambiarías completamente tu mundo. “Si no es ahora”, dijo Shakespeare, “aun así, vendrá. Todo consiste en estar listo”. Estás listo en cuanto entras en el pensamiento, sientes su realidad, y aceptas el estado como un hecho. Y vendrá (Aquí se refiere a cuando te permitas vivir de manera mental lo que quieres, sentirte ahí, experimentarlo en tu mundo cuántico al regresar a tu mundo físico, vivir en plena convicción de que eso ya es, habitar en esa morada y sentirte agradecido y feliz, tu mundo cambiará porque ya no serás esa misma persona, habrás salido de esa tumba y estarás experimentando la vida). Si parece que tarda en llegar, espera en ese sentimiento de aceptación factual, pues yo sé por experiencia personal que vendrá y no llegará tarde (La Ley no se demora, nos demoramos nosotros, pero si logramos comprender y poner en práctica lo aprendido, tendrás tu manifestación antes de lo que te esperas).